lunes, 12 de noviembre de 2012

Vamos a hacer remakes como si no hubiera un mañana: La Matanza de Texas

La moda de hacer remakes y reboots a lo loco, que ya llegó a lo ridículo hace tiempo, sobrepasa ahora el nivel de lo esperable y llegamos en muchas sagas a los re-reboots y los re-remakes con pocos años de diferencia. Y la conclusión de esta moda es evidente y ya lo dije en referencia a Tim Burton hace unas semanas: Hollywood está reseco.

Vamos a ver las cosas como son, todavía se hacen películas interesantes, originales y arriesgadas, pero ahora los grandes estudios se guardan buena parte de sus apuestas gordas de cada temporada para adaptaciones varias, secuelas infinitas y los consabidos remakes, no ya solo de otras cinematografías, que se entiende mal pero algo de sentido tiene, sino de sus propios éxitos ya requeteamortizados.

La última gran idea de ganapasta de los estudios, después de el estreno del reboot de Spiderman una década exacta después del inicio de su anterior saga, de los proyectos de re-reboot de Batman a tan solo unos meses de que la última entrega de su ya segunda saga terminara y de anuncios similares para la tecera intentona en los últimos años de Hulk, ha sido la de hacer oooootro remake (que sería a la vez reboot) del clásico del cine de terror de los 80 La Matnza de Texas.

El problema y lo que diferencia a La Matanza de otras pelis de miedo ochenteras que volvieron de la tumba en nuestra época (Piraña, Halloween, Pesadilla en Elm Street, La última casa a la izquierda, Las colinas tienen ojos,... la lista es eterna) es que en este caso es será la tercera vez que se cuenta la misma historia, y eso hablando de la serie oficial, que si contamos las copias bastardas y clónicas, las réplicas de este slasher llevan el ridículo por repetición a un nuevo nivel.

Más allá de lo buena que sea la primera y de lo curiosa que sea la nueva versión (con su propia secuela), una tercera versión ahora ya huele a un "vamos a hacer una en 3D para que la gente se deje la pasta otra vez", que es exactamente lo que es, y más teniendo en cuenta que el director, John Luessenhop, no se ha acercado nunca al terror, algo que suena a peli de encargo y mucho. Como remate, el guion de semejante proyectazo lo va a firmar el señor Adam Marcus, autor de dos truños (no tiene más guiones, solo dos a sus 44 años) del calibre de 'Jason va al infierno'y 'La conspiración del silencio'.

El resumen es lo evidente: que siguiendo las teorías de las secuelas de "segundas partes nunca fueron buenas" (que no es necesariamente verdad siempre, ya sabemos), los re-remakes no solo son unas castañas de tamaño familiar (si, lo digo ya sin ver la peli aunque en unas semanas puede que me tenga que tragar mis palabras), sino que a la tercera ya no merece la pena ni intentar que parezca buena. Yo por esta no pago.

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