lunes, 29 de octubre de 2012

Kung Fu Panda 2. Po busca y encuentra

No vamos a decir que la segunda parte de Kung Fu Panda sea una obra maestra del cine de animación, que tampoco es eso, pero llegando de donde llega y siendo una secuela es sorprendente la cantidad de aciertos que acumula la película acerca de la paz interior de Po, comenzando por la genial animación, muy por encima de lo que Dreamworks nos suele ofrecer (aunque, claro, a años luz de Pixar) y que roza el cielo en los recuerdos de la familia del obeso panda (qué bonito que toda la historia se hubiera contado con esos trazos vibrantes y coloristas). Los mayores logros de la cinta de Jennifer Yuh está precisamente en la cinética y el diseño de personajes y en especial en la gloriosa presencia de los luminosos escenarios chinos, un prodigio de luz que mejora, y con mucho, los más reducidos y escasos de la película original.

Siendo como es una obra familiar, de consumo rápido (que lo es, no nos engañemos) y un blockbuster wannabe, el guion es ágil y avanza rápido en su poco menos de hora y media entre aventurillas menores y gags y momentos de humor muy acertados a medio camino entre el clásico toon y el absurdo moderno, aunque la estructura del libreto se pierde entre nudos descolocados y clímax y annticlimax repartidos de manera demasiado torpe, más aún en una obra tan corta.

Y todo esto con una excusa tan poco elaborada como un vínculo parental tan trillado como poco efectivo, por previsible, que hace del viaje un deja-vu en sesión continua salvado con solvencia por los ya mencionados decorados, la inmersiva ambientación sonora y un villano en estado de gracia, en especial en sus primeras apariciones, aunque al final del metraje sus carencias se hacen más fuertes que sus aciertos y los tonos de épica oriental y comedia americana se cruzan en un batiburrillo que no termina de ser ni una cosa ni la otra, pero que deja imágenes bellísimas en medio de la historia mil y una veces vista.

Lo mejor: Shen, un villano de animación clásico con toda la profunda maldad de la antigua Disney. Algunos momentos de paisajes con una fotografía orientalista muy animal
Lo peor: El endeble arco de transformación de Po (que encima es el único personaje que lo tiene) que de puro evidente y limitado no es casi ni un arco, sino un 'darse cuenta'.



"Kung Fu Panda 2" Nuevo trailer en español